domingo, 6 de junio de 2010

¿El aprendizaje es algo tan trivial que se puede observar y medir con base en unas simples preguntas a propósito de unos contenidos cualesquiera?

Las diferentes Teorías del aprendizaje surgieron para dar respuesta a los problemas que se tenían cada una en su respectivo momento, en lo particular no quiero decir que dichas teorías fueron malas, pues fui parte de ellas en mi aprendizaje y si no fueron buenas como unos dicen fueron válidas para esos tiempos. Hoy en día, las nuevas formas de aprender deben ir de acuerdo al avance tecnológico del siglo XXI, en el cual, educar implica desarrollar competencias, haciéndolo a partir de aprendizajes significativos y situados en la realidad. De aquí, surgen palabras importantes como competencia, aprendizaje, aprendizaje significativo y aprendizaje situado. El autor de “El aprendizaje y el desarrollo de las competencias”, Xavier Vargas propone cuestionar cada uno de los conceptos anteriores, para poder obtener una idea clara y concisa de sus significados, pero se nos plantea la siguiente cuestión.
¿El aprendizaje es algo tan trivial que se puede observar y medir con base en unas simples preguntas a propósito de unos contenidos cualesquiera? La respuesta a esta interrogante no es tan sencilla, ni tan trivial, por la forma en que presentó las cuestiones y contestó, Xavier Vargas. El aprendizaje de ninguna manera es algo trivial, sino que esta inmerso en un mundo complejo de acepciones. Es indispensable intentar dar una respuesta coherente y sustentada a tal interrogante, para lo cual mencionaré una serie de definiciones derivadas de las cuestiones planteadas por Vargas.
Ser competente se refiere a unas capacidades que aun siendo operativas, se encuentran articuladas sustantivamente con distintas formas del saber. Gonczi “acuñó el enfoque de competencia integral u holístico, definiéndolo como una compleja estructura de atributos (conocimientos, actitudes, valores y habilidades) necesarios para el desempeño en situaciones específicas.
Pérrenoud define una competencia como una capacidad de actuar de manera eficaz en un tipo definido de situación, capacidad que se apoya en conocimientos, pero que no se reduce a ellos. En un trabajo centrado en las competencias, el problema es el que organiza los conocimientos y no el discurso. La siguiente definición considero que es la más relacionada con la RIEMS, “Competencia es la capacidad para movilizar saberes en un contexto determinado, en la acción y con éxito, para satisfacer necesidades, atender situaciones, resolver problemas, tomar decisiones y/o lograr objetivos”.
Una competencia organiza un conjunto de esquemas. Un esquema es una totalidad constituida, que sirve de base a una acción o a una operación singular, mientras que una competencia de cierta complejidad pone en práctica varios esquemas. Las competencias se desarrollan a partir de organizaciones de esquemas de acción anteriores, de la misma manera que los nuevos conocimientos no se construyen, sino a partir de unos conocimientos anteriores. Por tanto las competencias como los conocimientos nuevos son el resultado de la transformación adaptativa de los esquemas de acción.
Para lograr el desarrollo de las competencias, el estudiante tiene que estar enfrentado a situaciones problemáticas cuyas exigencias de acción lo obligan a movilizar sus viejos conocimientos en pos de unos nuevos, reorganizando así sus propios esquemas de acción, es decir, que el aprendizaje que mejor desarrolla las competencias es un aprendizaje que se encuentra situado.
La adquisición y la retención de conocimientos son el producto de un proceso activo, integrador e interactivo entre el material de instrucción y las ideas pertinentes en la estructura cognitiva del estudiante con las que las nuevas ideas se pueden enlazar de maneras particulares. El aprendizaje significa fundamentalmente que el estudiante incorpora a su acervo personal unos nuevos contenidos, el énfasis está puesto en la adquisición de unos conocimientos, como si tales conocimientos fueran unas cosas que se atrapan y se almacenan tal cual en la memoria para quedar luego disponibles si el sujeto las necesita.
Las acciones educativas se dirigen, por lo mismo, a revisar el esquema conceptual referencial y operativo para facilitar la acción responsable, consciente y eficaz en la transformación de la realidad.
El aprendizaje se considera un proceso de descubrimiento de significados personales sobre la realidad que se percibe, tal como es percibida por la persona. El conocimiento (para Piaget) resultaría de interacciones que se producen a medio en el camino entre ambos y por tanto depende de los dos a la vez. En el marco constructivista de Piaget, el aprendizaje, constituye un sistema que implica lo que él mismo llama las invariantes funcionales, es decir, la organización de los esquemas y el proceso de adaptación con sus dos caras: la asimilación y la acomodación; para Ausubel existe una estructura cognitiva puesto que ahí es, según él mismo, donde se contienen las ideas que hacen posible el fenómeno del aprendizaje: "La adquisición y la retención de conocimientos son el producto de un proceso activo, integrador e interactivo entre el material de instrucción y las ideas pertinentes en la estructura cognitiva del estudiante con las que las nuevas ideas se pueden enlazar de maneras particulares".
"El aprendizaje significativo es la piedra angular de la educación centrada en la persona. Este aprendizaje consiste en asimilar uno mismo lo aprendido, hacerlo propio tal como se hace con el alimento que se ingiere, se digiere y se asimila". Esta noción constructivista del aprendizaje, en tanto apropiación de la realidad construida para asimilarla a la propia estructura cognitiva (organización de esquemas) al mismo tiempo que se acomoda ésta a aquella para poder incorporarla, nos devela la verdadera naturaleza apropiativa (aprehensiva) del aprendizaje.
El aprendizaje es un proceso adaptativo mediante el cual, el sujeto se construye a sí mismo como ser humano, siempre reorganizando la propia estructura cognitiva desde donde continuará readaptándose indefinidamente a través de sus propios procesos de asimilación y acomodación.
Carl R. Rogers afirma: una persona aprende significativamente sólo aquellas cosas que percibe como vinculadas con la supervivencia o desarrollo de la estructura del sí-mismo. No podemos enseñarle a nadie directamente, sólo podemos facilitar su aprendizaje.
Los maestros hemos de diseñar situaciones problemáticas que induzca a la organización de los esquemas de entendimiento de los estudiantes a entrar en lo que Ana María Prieto llama conflicto cognitivo con base en la teoría Piagetana, obligando a estos esquemas a movilizarse en pos de su reorganización, misma que sirva al propósito de comprender y resolver la nueva situación. La tarea del maestro es crear condiciones en el aula que no amenacen la estructura del sí-mismo del estudiante. La situación educativa que promueve más eficazmente un aprendizaje significativo es aquella en que 1) las amenazas al sí mismo del estudiante se reducen a un mínimo, y 2) se facilita la percepción diferenciada del campo de la experiencia.
El aprendizaje significativo depende, en primer lugar, de relacionar material nuevo y potencialmente significativo con ideas pertinentes de la estructura cognitiva del estudiante. Que la estructura del sí mismo no es otra cosa que la estructura cognitiva de Ausubel donde, según Piaget, se reorganizan los esquemas de asimilación en virtud de la acomodación de éstos a la realidad construida por el propio sujeto al construir el conocimiento.
Para situar el aprendizaje afectivamente dentro del interés del estudiante, hemos de considerar al menos los tres tipos de interés que, según Habermas, promueven toda construcción del conocimiento: 1) el interés por controlar la realidad; 2) el interés por comprenderla de manera holística; y 3) el interés por transformarla o emanciparse a través de la acción de unas ciertas relaciones de poder. La educación a lo largo de la vida se basa en cuatro pilares: aprender a conocer, aprender a hacer, aprender a vivir juntos, aprender a ser". Situar el aprendizaje únicamente en los términos que el desarrollo de las competencias demanda, pareciera promover profesionales capaces del “qué hacer” y del “cómo hacerlo”, dejando preocupantemente fuera de la formación el “con quién” y el “para qué” hacer las cosas. Situar el aprendizaje, implica favorecer el descubrimiento, por parte del estudiante, de su verdadero interés por aprender algo.
Para situar el aprendizaje dentro del la Zona de Desarrollo Próximo del estudiante (Vigotsky), hemos de considerar su definición, es la región dinámica de la sensibilidad en la que puede realizarse la transición desde el funcionamiento interpsicológico al funcionamiento intrapsicológico. El reto de poder situar el aprendizaje no se resuelve únicamente reduciendo tal noción a la trivialidad de situar una acción de aprendizaje en un ámbito concreto de problemas. Situar el aprendizaje tiene ciertamente un aspecto inter-psicológico de práctica socio-profesional en tanto que tal aprendizaje se sitúa en un espacio problemático concreto de la profesión, sin embargo, debemos reconocer que tiene también un aspecto intra-psicológico en tanto que este mismo aprendizaje tiene que situarse, cognitivamente hablando, en el interés personal y en la zona de desarrollo próximo del estudiante.
La cuestión de desarrollar competencias, no es una cuestión sólo de desarrollar ciertas capacidades para atender determinados objetos socio-profesionales, sino que al hacerlo, se está, al mismo tiempo, optando por la construcción de la persona del maestro, del estudiante y, en cierta forma, del mundo.
Que sea poco o muy significativo un aprendizaje no depende del maestro, ni de las estrategias educativas, ni del programa, ni de la institución, sino del propio interés del estudiante y que el desarrollo de las competencias formales no esteriliza el espacio educativo ni separa el proceso de enseñaza-aprendizaje del resto de la dinámica personal del maestro y del estudiante.
Después de haber analizado las respuestas proporcionadas por Vargas, considero que el aprendizaje no es algo tan trivial, que no se puede observar y medir con base en unas simples preguntas a propósito de unos contenidos cualesquiera, sino que las cuestiones deben estar bien estructuradas de acuerdo a los contenidos complejos, que quieren ser estudiados. Además, sabemos que al aprender, el ser humano se transforma, si no fuera así, la evolución y la civilización no se explicarían. Por todo lo anterior, el aprendizaje es algo muy complejo, que considero no es factible medirlo fácilmente, sino que requiere de una continua evaluación a través del desarrollo de los avances que cada estudiante va evidenciando. El docente debe de contar con la capacidad, los conocimientos y desarrollar habilidades, actitudes y metacognición de los estudiantes. Así como ser empático e exhibir congruencia de valores y actitudes que permitan obtener el aprendizaje basado en competencias y la formación integra del estudiante.

1 comentario:

  1. Hola Rebeca:
    Buen día. Nuevamente te felicito por tu escrito realmente es muy interesante.
    Coincido contigo en que no se puede evaluar en base a simples preguntas, sino que se debe tomar en cuenta el avance que el alumno muestra a través del trabajo en el aula, observarlo, que realmente desempeñe y desarrolle cada una de las competencias. Pienso que el maestro debe buscar materiales y herramientas de trabajo que sean comprensibles para el alumno y le ayuden a comprender mejor los contenidos, propiciar el desarrollo de destrezas y habilidades para un mejor aprendizaje. Saludos y !Felicidades¡

    ResponderEliminar